lunes, 29 de julio de 2013

PERDER PESO, PARA GANAR VIDA

En esta "Alegoría del Carruaje" he encontrado un precioso símil o analogía que es bueno siempre tener presente:
"Podemos comparar al ser humano por un conjunto formado por un carruaje, unos caballos que tiran de él, un cochero que lo dirige, un dueño sentado dentro del carruaje."
También necesitamos un buen caballo, un coeficiente emocional alto. El caballo es fundamental para que se mueva el carruaje, tan importante será que no se desboque como 
permitirle andar con cierta libertad. En este sentido, necesitamos la buena dirección y 
maestría del cochero para no acabar en un barranco o con una rueda rota.
El coeficiente intelectual está representado por el cochero, que sería el encargado de dirigir con sabiduría la energía del caballo, nuestras emociones.

Pero el único que conoce el camino, la realidad de cada instante, que sabe donde quiere ir, es el dueño, sentado dentro del carruaje. El pasajero representa a nuestro Coeficiente Espiritual. Ese que va a dar las instrucciones al cochero (el pensamiento, nuestra mente) para avanzar por el camino no lastimando a otros carruajes (otras personas) ni al carruaje mismo. Pero como puedes inferir, aunque tengas unos caballos hermosos, fuertes y obedientes, y un cochero muy inteligente para hacer que los caballos obedezcan siempre, y un pasajero listo para el viaje, SIN CARRUAJE, nada sirve. Sin un cuerpo sano, ni tus "títulos nobiliarios" académicos, ni tu coeficiente emocional alto sirven para nada. Primero, lo primero. 
Sin nuestro cuerpo, no somos nada. No vivimos en ninguna parte más que en él. Y si no lo cuidamos, simplemente, no vivimos."
Así que a elegir perder, para ganar. PERDER PESO, PARA GANAR VIDA.

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